domingo, 30 de marzo de 2014

¿Engage qué?... Engagement


 
Es sin duda uno de los términos de moda, un anglicismo que como tantos otros vino para quedarse y del que hablamos no sólo en el ámbito de los recursos humanos, sino en la creación y evangelización de la marca de empresa.

 

No habrá nadie que hable mejor de nuestra empresa que los empleados que sientan realmente el orgullo de pertenencia a la misma.

 ¿Quién no ha conocido a alguno? Pueden pasar horas explicándote las bondades de la firma, de su jefe, de su desarrollo… sí, existen, créetelo.

Ponemos tanto énfasis en lo que no funciona, que olvidamos potenciar lo que existe y marca la diferencia entre organizaciones, aunque sean una minoría.
 

¿Qué ventajas tiene para la empresa contar con empleados motivados?

Fuente: http://olbergsanz.blogspot.com.es
 

Muy bonito, pero y esto… ¿cómo se consigue?

Bien, ya sabéis que no hay recetas mágicas y que cada situación requiere un plan de acción, pero parece aconsejable que si queremos realmente conseguir engagement, al menos tengamos en cuenta:

1.   En primer lugar siendo plenamente conscientes de que queremos conseguirlo. No debe ser una moda, sino un objetivo empresarial.

 
2.   Comunicación. Establecer políticas de comunicación claras, integradoras y coherentes.

Ya conocéis el dicho “no es lo que dices, sino lo que haces”, pues eso. ¿Cuántas veces hemos participado en diseños de planes de comunicación interna donde lo que se quería decir, no tenía nada que ver o poco con lo que se decía y mucho con lo que se ocultaba? ¿Quiénes de vosotros no os habéis enterado de una noticia o decisión de impacto en vuestro día a día en la máquina del café y de boca de un compañero de otro departamento con “mejores contactos”? 

Incorporar y generar contenido interesante para los empleados y no sólo instrucciones, correos corporativos, felicitaciones de navidad y presentaciones, que son necesarias (en su justa medida) pero que en exceso aburren y acaban en la papelera de reciclaje muchas veces sin ser leídas. 

3.   Participación. El engagement se consigue con estilos de dirección participativos.

¡Uff cómo cuesta escuchar e integrar las aportaciones del equipo! Pues si quieres que te quieran… déjales hablar, escribir, dar ideas, formarse, emitir feedback, desarrollar mejoras…
 

4.   Reconocimiento. Las cosas  bien hechas deben ser reconocidas (¿recuerdas el post "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy: da las gracias") también las propuestas innovadoras, las iniciativas, los intentos aunque estos fracasen… si un empleado quiere cambiar algo que no funciona te está diciendo que la empresa, el departamento, el objetivo del equipo le importa. Si ante su propuesta recibe silencio, o desdén… ya podrás haber puesto en marcha un estupendo plan para alinear a tu equipo…siento decirte que no lo conseguirás. 

5.   Escucha activa. Si no sabes lo que interesa a tu equipo ¿cómo vas a motivarle?

Conoce sus expectativas, lo que les motiva y también los que les frustra; estate atent@, toma nota de lo que dicen y de lo que callan, testa posibles fuentes de motivación (tema tratado en el post "Cuando la motivación ni está ni se la espera") e intégralas en tu plan de acción.

 No es fácil conseguirlo, pero no es imposible.

 
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