¿Qué
es el suelo
pegajoso y qué tiene que ver con
la delegación de tareas en el ámbito laboral? Buena pregunta a la que
intentaré responderte.
Estamos acostumbrados a asociar el término suelo pegajoso a la
dificultad a la que nos enfrentamos, básicamente las mujeres, cuando al querer
conciliar vida familiar y laboral nos sentimos atadas a tareas
domésticas y de cuidado que nos fueron asignadas social y culturalmente hace
siglos, y a las que intentamos
dar salida nosotras solitas y diariamente (a todas ellas sin que falte
una) haciendo juegos malabares.
Siempre hay excepciones, pero en términos generales "el ungüento" que nos mantiene pegadas a ese suelo pegajoso, es
la incapacidad que en general tenemos (aunque nos cueste confesarlo) de dejar
de hacer nuestras
tareas delegándolas - al 100% y con todas las consecuencias- en el resto de
miembros de la unidad familiar.
Nada de ¿te
ayudo o me ayudas?, sino de un reparto real de
responsabilidades. ¡Uff! Dificil ¿no?
Y precisamente porque nos resulta
difícil, hacemos amagos cuando el
vaso está a puntito de rebosar, pero no rematamos.
Tras la tempestad, volvemos a coger el timón hasta
la próxima sacudida, haciendo que el resto de la familia se acostumbre a que
seas tú la que hace listas interminables de productos a comprar, labores a
realizar, citas a las que asistir, a que te pases el día de mal humor y
frustrada por no tener tiempo ni para respirar.
Se acostumbran porque es lo más fácil.
¿Dónde reside realmente el
problema? ¿Quién tiene la culpa?
Hagamos un repaso por las situaciones más
habituales y los mantras de deberíamos repetirnos, para dar pequeños pasitos
hacia la delegación y a lo que conlleva ¡la liberación!:
Situación 1:
Frases que la identifica: “¡Mamáaaaa!
¿Sabes dónde guardé los calcetines azules? o “Cariño, ¿qué botón es el del
programa de prelavado?”
Situación 2
Frase que la identifica:
“¡Así no se tiende la
ropa!”.
Situación 3
Frase que la identifica
“¿Pero aún no has terminado
de planchar las camisas? Anda trae que las planche yo, que si no…. ¡¡Hoy no
cenamos!!”
Situación 4
Frase que la identifica: Domingo
por la mañana: “Pero ¿qué haces ahí sentado
leyendo el periódico? Hay que hacer las camas, poner dos lavadoras, preparar la
comida de toda la semana, tenemos que ir a ver a tus padres y a los míos,
recoger la ropa,...”
Ahora te propongo un
ejercicio.
Vuelve a leer esos mantras desde otra perspectiva, esta vez olvídate de las tareas domésticas
y céntrate en el ámbito profesional ¿no crees que aplican? ¡claro que sí!
Por desgracia la
incapacidad de delegar es el día a día al que se enfrentan muchos jefes
sobrepasados y sufren sus equipos desmotivados.
Al final va a ser verdad: La culpa la tiene el suelo pegajoso.
O no. ¿Qué opinas tú?
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