A medida que cumplo años
tengo la sensación de que el tiempo pasa más deprisa; veo a mi hija crecer y a
mi madre envejecer quickly más quickly de lo que quisiera.
Y los años llegan, pasan y se van.
Tal vez esté
desarrollando ese trastorno adaptativo
que tenemos todos los padres al llegar a cierta edad, al ser conscientes de lo
vivido y de que estando en el mejor momento vital, en la cima de la montaña, en
el camino de la vida nos toca a partir de ahora, ir dejando que quienes nos
acompañaron sigan otros caminos o directamente desaparezcan físicamente de
nuestro lado.
Pero a esto le dedicamos
microsegundos de nuestro día a día.
El ajetreo que nos
imponen o nos imponemos no permite vivir el presente.
Sólo, en determinadas
circunstancias analizamos, modificamos y ponemos en marcha nuevos hábitos,
nuevos propósitos de enmienda que normalmente dejan de existir allá por el mes
de febrero, tras la resaca de las buenas acciones que todos diseñamos mientras
intentamos no atragantarnos con las uvas de fin de año.
Eso sí, nos guste
reconocerlo o no, cada vez somos más los que “ponemos excusas” para parar o buscamos métodos
de rápida digestión para frenar, para eliminar de nuestro cuerpo y de nuestra
mente todo el estrés que podamos.
Tal vez por esa necesidad
de insuflar
sabia nueva, optimismo y satisfacción con lo que forma parte del diario, vosotros, los
que estáis ahí y seguís este Blog desde hace más o menos tiempo ¡¡mil
gracias!! habéis hecho que los posts dedicados al desarrollo personal hayan
sido los más leídos en el 2014.
Y curiosamente ordenados se convierten en una estupenda propuesta de training navideño, de final de año, una parada antes de tomar impulso.
¿Te
atreves a realizar el ejercicio? Si
es así comencemos:
En “Cómo construir el hábito del optimismo” encontrarás
una sencilla técnica de desarrollo de tu inteligencia emocional.
#2. Para
y reflexiona
sobre todo lo que funciona en tu vida, dejando de lado lo que no lo hace. Pequeñas cosas, grandes resultados.
En “Be happy: si es tan sencillo por qué nos cuesta tanto” descubrirás
sencillas reflexiones sobre la satisfacción que encontramos en las pequeñas
cosas del día a día ¿haces un repaso?
#3. Para
y
analiza las
relaciones que has establecido a lo
largo del año que termina. Ser consciente de lo que te aporta cada una de ellas y el por qué estás anclad@ a las mismas, te dará pistas de la red emocional y social que estás tejiendo a tu
alrededor.
“¿Engage qué? Engagement”, el trabajo ocupa sin duda un gran
espacio en nuestras vidas. Desafortunadamente no tod@s encuentran en él
desarrollo profesional, motivación y satisfacción. Sea
cual sea tu resultado:
¿por qué no analizar qué es lo que
tienes, por qué lo mantienes y qué quieres hacer por pequeño que sea el paso a
dar, para cambiar de rumbo?
#5. Para y revisa cómo te comunicas con los demás y cuál es el efecto que tiene en tus relaciones personales y laborales.
#5. Para y revisa cómo te comunicas con los demás y cuál es el efecto que tiene en tus relaciones personales y laborales.
Por
último “Saber decir NO es necesario pero no lo digas gritando” es el post dedicado a la importancia de nuestro estilo comunicativo. ¿Sabes cuál es el tuyo y las consecuencias que
genera a tu alrededor?
Todos necesitamos descansar,
reponer fuerzas y coger impulso, y éste es un estupendo momento para hacerlo.
Imágenes: pixabay
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