Y así fue.
Como
Cesar en la Galia, vinieron, vieron y vencieron… ¿vencieron?
Muchos
probaron las mieles del éxito, cierto, pero la
crisis se ha llevado por delante a una buena parte de aquellos JASP que convertidos en MASP:
Maduros Aunque Sobradamente Preparados (término utilizado por Laura Rosillo)
con amplia experiencia profesional, han sido víctimas de políticas de
reestructuración, de evaluaciones del desempeño justificantes de su despido, en
personas incómodas para sus empresas porque saben mucho, cuestan demasiado y su
límite de aguante a las bromas y empanadas mentales, ha bajado siete octavas;
es más difícil convencerles, ya han visto mucho de todo.
El
mercado laboral está repleto de MASP abocados por las circunstancias a
convertirse en emprendedores, coaches, divulgadores, CEOS de su propia vida, supervivientes…como si
de un nuevo hito en su carrera profesional se tratara. Y es cierto que lo es. ¿Recordáis la historia de mi amigo Sergio?
¡Cuánto
talento desperdiciado! Una visión cortoplacista les ha expulsado de
organizaciones donde tal vez dentro de algunos
años (no muchos) echen de menos su "Know-How". O tal vez no. Nunca se sabe.
Por
todo esto, me apetecía hacer un guiño a esa nueva generación perdida y contar al resto a través de una versión muy personal de la canción “Antes de que cuentes 10” de Fito y Fitipaldis lo
que creo encierra su momento vital.
Va
por tod@s vosotr@s.
Los
MASP…
Pueden escribir y no
disimular
es la ventaja de
irse haciendo viejo.
Aún tienen mucho con lo que
impresionar
por fuera y por
dentro.
Tal vez se perdieran en un cruce de palabras,
o les anotaran mal la dirección.
Lo que es seguro que a estas
alturas de sus vidas
han grabado su nombre en una bala
y han probado la carne de cañón.
Cuando creían que lo tenían todo controlado,
alguien les
dijo no, no, no,
que ahora viene
el viento de otro lado
déjame el timón.
Son conscientes de que
Lo que les llevará al final
serán sus pasos, no el camino.
saben que siempre vas detrás
cuando persigues al destino.
Su experiencia les dice que:
serán sus pasos, no el camino.
saben que siempre vas detrás
cuando persigues al destino.
Su experiencia les dice que:
Siempre es la
mano y no el puñal
nunca es lo que
pudo haber sido
no es porque digas la verdad
es porque nunca has mentido.
no es porque digas la verdad
es porque nunca has mentido.
Se repiten a sí mismos que:
No han de sentirte mal
si algo no les
sale bien,
han aprendido
a derrapar
y a chocar con la
pared.
Ahora saben
Que la vida se
nos va
Como el humo de
ese tren
Como un beso en
un portal
Antes de que
contemos 10.
Gracias por enseñar
al resto a ser resilientes.